domingo, 3 de mayo de 2009

Orígenes de la depresión

Los orígenes de la depresión de los años 30 hacen referencia a la evolución de la economía estadounidense y de su influencia a nivel mundial. La depresión fue causada básicamente por dos aspectos: la caída de la inversión como consecuencia de la desaceleración de la demanda y el aumento de la producción y por la adopción de políticas monetarias no adecuadas.

Tras la Primera Guerra Mundial, los EEUU se habían colocado como primera potencia mundial. Esto suponía una mejora de la calidad de la vida, por ello, mucha gente comenzó a participar en la Bolsa, la que en el 1929 sufrió una caída espectacular. De aquí deriva la gran depresión de los años 30.
  • La agricultura americana tenía problemas en varios sectores (trigo y algodón) ya que se tuvo que hacer frente a la caída del consumo interior, causada por el bienestar de la población, quien se podía permitir comprar otros alimentos, dejando de lado el pan. La recuperación de Europa, hizo que otras potencias pudieran fijar precios más competitivos, haciendo así que las exportaciones de EEUU se vieran reducidas.
  • La producción industrial también sufrió cambios importantes que posteriormente serían problemas frente a la depresión. La producción incrementó en un 50% debido a la aparición de la electricidad, la cadena de montaje y el camión. Esta mejora, implicó una disminución del empleo de un 6%. A pesar de ello, la población sentía una mejora por lo que se refiere a situaciones salariales, el número de horas trabajadas era menor y en muchas ocasiones, la mujer podía optar a conseguir un puesto de trabajo. Esta mejora hizo que la producción se disparara. Esto derivó en un problema en las exportaciones, ya que debido a los aranceles y la recuperación de la economía europea, los productos americanos no tenían salida en el exterior. La solución que se aplicó fue la paralización de la inversión.

Si relacionamos el tema con la actualidad, podemos ver como los EEUU fueron el país que en un principio dominaba la economía mundial, pero el hecho de dejarse llevar por el sentimiento de liderazgo, supuso la caída en picado de su economía. No hace falta remontarse al pasado para ver que los EEUU siempre intentan dejar su marca como gran potencia, pretenden implantarse ante el resto de países y actuar a su manera sin tener en cuenta los intereses a nivel mundial. Tal vez un cambio de la política económica y monetaria hubiesen ayudado a mejorar la situación, pero el egocentrismo y el afán de enriquecerse hicieron que su posición cayera en picado. No podemos zanjar esta reflexión sin mencionar el reciente cambio de presidente de la potencia. Hasta el momento, los EEUU habían estado gobernados George Bush, quien (a mi parecer) sólo contribuyó en enfrentar a todo el resto de países en una guerra sin ningún tipo de sentido, con objetivos y finalidades que únicamente el presidente y sus secuaces conocían (Guerra de Iraq 2003). Esperemos que el nuevo presidente, Barack Obama, gobierne de forma centrada y que ayude, en vez de empeorar, a mejorar la situación mundial.