domingo, 19 de abril de 2009

El sistema internacional de pagos: el patrón oro.

Durante el último cuarto del siglo XIX, se culminaron una serie de mejoras referentes a los medios de pago, las cuales supusieron una mejora para la economía en su conjunto.

Hasta el momento existían diversas monedas, las que en cada territorio determinaban valores diferentes, ya que los recursos propios de cada país condicionaban el valor de los productos que derivaban de ellos. A pesar de existir gran variación de monedas, todas ellas debían cumplir unas mismas características: debían ser permanentes, portátiles, divisibles y difícil de falsificar. Aparecen en el momento dos tipos de monedas: la de cuenta y la efectiva. La primera de ellas se utilizaba para llevar a cabo contabilidad, no se tenía en cuenta físicamente. La efectiva, en cambio, es la que caracterizaba por ser contada físicamente. Se divide en real, aquella que contiene el valor que representa, y fiduciaria, referida a cuando representa un valor superior al real.

Por lo tanto, se necesitaba un sistema que organizara todo tipo de moneda, en este momento apareció el sistema monetario. Puede ser real o fiduciario. Si es real, se basará en un patrón metálico, los cuales cumplen una serie de condiciones: deben definir el peso de la unidad monetaria, no puede existir ninguna restricción a la circulación interior de la moneda patrón, debe tener la convertibilidad total y debe tener fuerza liberadora ilimitada, todo el mundo debe efectuar los pagos con la moneda patrón. Dentro de éstos existen los patrones monometálicos (único patrón) o bimetálicos (dos patrones relacionados entre sí). El sistema monetario fiduciario se caracteriza por no tener una moneda definida.

En el siglo XIX todos los países fijaban equivalencias entre sus propias monedas y el patrón oro. Esto facilitó la creación de un sistema monetario internacional de pagos de patrón oro. Éste nació en Inglaterra al pasar de la ratio que había a una más baja, ya que los mercados se vieron abaratados por la nueva introducción de oro procedente de Brasil y Portugal. Esto provocó una desaparición de la moneda. Para evitar la desaparición de la circulación de la plata, la acuñaron con un peso inferior al patrón. En vista de la situación, en 1816 se decidió aplicar el patrón oro.

El problema de los patrones de plata era que empobrecían ante los de oro, por ello cada vez más sociedades se decantaban por los patrones de oro.

Si relacionamos este tema con la actualidad, podemos ver que los países que adoptaron un patrón oro con anterioridad, son los que en el futuro fueron y son unos de los más desarrollados (Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, etc…) Cabe destacar que sin la aparición del sistema monetario internacional, la economía mundial hubiese sido mucho más dispersa, ya que cada país estaría sujeto a un patrón distinto y sería muy difícil poder establecer relaciones de equivalencia.

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